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Atletismo adaptado:
El atletismo adaptado es una modalidad deportiva diseñada para personas con discapacidades. En España, este deporte comenzó a desarrollarse a finales de los años cincuenta, influenciado por médicos y colegas europeos.
Las primeras manifestaciones tuvieron lugar en Barcelona y se expandieron por todo el país, con eventos significativos como “la Olimpiada de la Esperanza” organizada por la Cruz Roja en 1963. Desde entonces, se han creado federaciones y se han organizado competiciones nacionales e internacionales, integrando a atletas con discapacidades en el ámbito deportivo competitivo
Proceso de aprendizaje.
El proceso de aprendizaje en niños y niñas ciegos o con baja visión se ve afectado por la falta o disminución de la información visual, lo cual impacta en su percepción y aprendizaje motor.
Se establecen fases de reconocimiento y discriminación para identificar movimientos y objetos. Es crucial proporcionarles experiencias motrices para que puedan diferenciar y reconocer movimientos, ya que tienen menos oportunidades de aprender a través de la visión.
El desarrollo motor y la capacidad de aprendizaje varían según el grado de discapacidad visual, siendo mayor en casos de discapacidad leve y disminuyendo con la pérdida total de la visión. La estimulación precoz es fundamental para el desarrollo motor futuro en niños con discapacidad visual.
Las técnicas que se utilizan para practicar atletismo con niños ciegos y con baja visión:
– Modelo de guiado con cuerda:
Al principio, el guía puede sostenerles la mano para que se sientan seguros. Después, cambiamos a usar una cuerda. No queremos que el niño ciego apoye la mano en el hombro del guía porque puede cansarlo más y afectar su forma de correr. El guía y el niño ciego corren juntos, uno al lado del otro, con una cuerda entre ellos para mantenerse cerca. El guía no puede empujar al niño ciego, solo correr juntos. Es importante que trabajen juntos y se coordinen para correr de manera segura.
– Modelo de llamada de orientación:
Cuando un atleta ciego o con baja visión necesita orientación mientras corre, salta o lanza, a veces usamos llamadas especiales. Podemos usar la voz o palmadas para indicar la dirección. Por ejemplo, si decimos “bien, bien, bien…” significa que el atleta va en la dirección correcta. Si necesitan corregir su trayectoria, podemos decir “izquierda” o “derecha”. También podemos usar palmadas para indicar la dirección o el ritmo. Si un atleta está acostumbrado y le resulta útil, también podemos combinar la voz y las palmadas. Es importante escuchar la opinión del atleta ciego sobre qué método prefiere utilizar.
– Modelo de precisión de señales.
Cuando un atleta ciego o con baja visión necesita señalar una dirección para orientarse, debe adoptar una posición específica. Esto significa que debe poner un pie hacia adelante y apuntar con los dedos de ese pie hacia donde quiere ir. Las manos deben estar juntas, con las palmas tocándose, y los brazos deben estar estirados, sin doblar los codos. El pecho debe estar en línea recta con la dirección hacia la cual va a correr. Esta posición ayuda al atleta a mantenerse en la dirección correcta y a orientarse correctamente durante la carrera o el salto.
Clasificación de atletas con discapacidad visual
A nivel internacional se emplean tres clases principales:
- T11/F11: ausencia total de visión o percepción de luz. Compiten con parches y gafas opacas; en pista deben participar con guía.
- T12/F12: baja visión severa. Pueden competir con guía o de forma independiente.
- T13/F13: baja visión leve o moderada. Normalmente compiten sin guía.
En contextos educativos también verás B1, B2 y B3, que se corresponden en líneas generales con T11–T13.
Normas básicas en pista y campo (lo imprescindible)
- Asignación de calles: en carreras en calle, T11 y T12 (con o sin guía) usan dos calles contiguas como si fueran una “calle ancha”; deben mantenerse dentro de ellas desde la salida a la meta.
- Antifaz y parches (T11): los parches y las gafas opacas deben llevarse desde que se sale de cámara de llamadas hasta que termina la prueba.
- Cuerda de guiado (tether): material no elástico, dos asas cerradas y sección central con topes esféricos fijos (≥1 cm) en cada extremo; longitud máx. 30 cm en pista. Si se rompe durante la carrera: descalificación.
- Llegada y orden de meta: atleta y guía mantienen el tether hasta cruzar el plano de meta. Los oficiales vigilan que no haya propulsión y que sea el atleta quien finalice por delante, sin “empujón” del guía; el “slingshotting” (lanzar el brazo para proyectar al atleta) está prohibido.
- Relevo de guía en fondo: a partir de 5.000 m se permite un único intercambio, en la recta opuesta y sin estorbar; el atleta y el guía entrante deben terminar la prueba; hay que avisarlo al Árbitro/Delegado Técnico con antelación.
- Identificación del guía: el comité organizador debe proporcionar peto/identificación visible para los guías.
Si quieres ampliar tus conocimientos en relación con este deporte, te recomendamos el siguiente libro. El cual ha sido hecho por expertos entrenadores con un amplio bagaje en la materia.
Atletismo adaptado : para personas ciegas y deficientes visuales. Paidotribo.
Torralba Jordán, M. Á.(2004)
